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Érase una vez… unos alegres muchachos de distintos orígenes, que descubrieron que tenían las manos llenas de dedos.
Al no saber qué hacer con tantos dedos en las manos, llegaron a la conclusión de que igual los podían usar pulsando cuerdas sujetas a cajas de madera.
De esta madera… perdón. De esta MANERA, se encontraron con el logro de formar ruidos casi armoniosos… Pero ruidos, al fin y al cabo.
Y, ¡Oh, destino cruel! se terminaron juntando para formar un grupo (así nació el dicho «Dios los cría y ellos se juntan»).

La increíble Orquesta CordoPhonia fue concebida sin pecado original un verano de 2009, naciendo de parto abducido un 1 de octubre de ese mismo año, siendo, ya desde su más tierna infancia, la impulsora de aquello que se ha dado en llamar EL PLECTRO EXTREMO.

Aunque estos orígenes de la orquesta son fidedignos, no queremos quedarnos solo en la mera presentación de la bitácora de esta nave llamada CordoPhonia (obsérvese que no hay tildes, que se pronuncia cor-do-PHOOOO-nia),
sino que vamos a introducirlos en los orígenes del propio PLECTRO EXTREMO del que hacemos gala.
Y ustedes dirán…¿Qué es eso del PLECTRO EXTREMO?
Pues es una corriente músico-lúdica que fusiona obras de vertientes tan dispares y afines a la vez (como el swing, el jazz, la marcha cofrade, la banda sonora o la música clásica) a la magia audiovisual de locuciones e imágenes, en una sinfonía corística que coquetea a veces con el universo onírico del baile, y que armoniza con la teatralidad de seres místicos de chisteras gualdas que aderezan sus danzas con aterciopelados sones de pitos celestiales…
Si han entendido el concepto… ¡POR FAVOR, QUE ALGUIEN NOS LO EXPLIQUE!
¿Cosa é il Plettro Estremo, mi dichi tú mentra clavi nella mia pupila una puntilia con parsimonnia? Plettro Estremo é… CordoPhonia.
Giacomo Broccoli Manontanto, poeta italoegabrense
De lo que no hay duda es de que este fenómeno musical ya estaba presente en los orígenes de la Humanidad, como así lo atestiguan ciertas pinturas rupestres de unas cuevas de Tanzania (llamada así por ser cuna de Tanzán de la Selva), que ustedes pueden apreciar en la siguiente imagen.

Incluso hay constancia (cuyas evidencias nos han llegado a través de tradiciones orales) de la existencia de seres míticos que vivían en bosques ocultos, se alimentaban de zarzaparrilla y que fueron los herederos de estas manifestaciones lúdico-musicales. Dichos seres, lejos de ser grandes intérpretes, eran músicos de talla pequeña (una XS, más o menos), aunque muy divertidos.

Con el pasar de los siglos, la manifestación musico-humorística se fue desarrollando, hasta que en años más recientes la iglesia tomó cartas en el asunto, creando para ello un tribunal eclesiástico que impusiera límites a lo que creían que era una «vejación a la moral, un insulto a la inteligencia y un agravio a los coros celestiales». Nacía en el siglo XV la INQUISIPHONIA.
Éste es el verdadero motivo por el que mucha gente no sepa del Plectro Extremo, ya que desaparecieron las partituras de los autores… así como los autores.

Volviendo a CordoPhonia, cuentan las leyendas que los orígenes de esta formación musical hay que buscarlos en la Orquesta de Pulso y Púa de Sevilla, formada a finales de siglo pasado, pero ¿quién recuerda nada de hace un siglo?
Lo que sí podemos aseverar con rotundidad es que el 1 de octubre de 2009, nacía la criatura, hija del libre albedrío y de la amistad, y hubo quien dijo que tenía el desparpajo de su padre, otros que tenía la sonrisa de su madre, mientras que los más osados preguntaban: “¿de dónde ha sacado ese sombrero amarillo tan horroroso?”
A partir de ese momento, el Plectro Extremo de CordoPhonia comenzó a inundar los escenarios de Andalucía occidental, Extremadura y Madrid, con manifestaciones musicales variopintas, ejecutando (sin posibilidad de indulto) lo mismo obras clásicas que bandas sonoras, adaptando temas de jazz, swing y pop, así como tonteando con repertorios cofrades (lo que vulgarmente se conoce como irse de “marchas”), participando en ciclos musicales e, incluso, abriendo nuestro colegio público particular, para impartir clases magistrales de instrumentos «pulso-puisados» a los infantes hispalenses en nuestros aclamados “Conciertos ‘pa’ los niños”.

Con nuestra música, nos convertimos en embajadores del Plectro (Extremo… ¿Lo habíamos comentado ya?), haciendo gala de instrumentos de PULSO, (tales como guitarras o contrabajo), así como de PÚA (al que corresponderían bandurrias, bajo, laudes, laudón y laudín… que, aunque parezca una declinación de latín, son cosas con cuerdas que suenan… más o menos).
Todo el grupo de instrumentos de cuerda se encuentran apoyado por una base de percusión, cuyos elementos se vinculan con el Plectro a través de su «PULSO» constante a las «PÚAS» para dilucidar quién hace más ruido en un concierto.

En cuanto a nuestra formación, si bien ha mantenido el paso (militar y procesional) durante varios años, a lo largo de la vida de la orquesta algunos miembros han sido permutados por otros más nuevos (o, en todo caso, menos vistos), por aquello de que los músicos, como la energía, son mejores si son renovables.
Y lo mismo podemos decir de nuestro repertorio, en el que usted podrá encontrar tanto obras clásicas, como bandas sonoras, marchas procesionales o éxitos del pop, todo ello bien aderezado por un speaker (o presentador, como dicen los boomers) quien, cual cocinero tres estrellas, salpimenta cada obra con su verbigracia y discursos, los cuales van de lo más sagrado a lo más profano.

Actualmente, tenemos que agradecer a nuestro actuales benefactores (Club Santa Clara) el que tengan acogidos a este grupo de seres achuchables y enternecedores, ofreciéndonos un lugar donde ensayar semanalmente y donde poder estrenar cada nuevo espectáculo. Es un privilegio para nosotros poder disponer de sus instalaciones para desarrollar la música (amén de poder disfrutar de las excelentes «lagrimitas» de pollo del menú de su terraza-bar).
En resumen, un recorrido de quince años (y lo que te rondaré, morena), con más de doce decenas de actuaciones, que han conseguido que los músicos lleguen incluso a tocar afinados (cosa que, cuando sucede, es motivo de celebración… sobre todo por parte del público).
Si usted ha tenido paciencia para leer toda esta perorata barata, podremos afirmar (y afirmamos) que ya está preparado (y vacunado) para afrontar el Plectro Extremo de CordoPhonia.

MIEMBROS ACTUALES DE CORDOPHONIA

DIRECTOR
- Alejandro Sánchez Tornero
PRESENTADORES
- Andrés Avelino Molina
- Serafín Fuerte Calado
BANDURRIAS
- Manuel Gómez (miembro fundador)
- Alejandro Sánchez (director)
- Pablo Carrasquilla
- Francisco Pérez
- José Ángel Puente
- Manuel Moreno
- Santiago Cansino
- José Antonio Rodríguez
- Antonio Carlos González
LAÚDES
- Francisco José García (miembro fundador)
- Eloy Pérez (miembro fundador)
- Carmelo Sanjuán
- Jesús de la Torre
- Jesús Alés
GUITARRAS
- Ángel Viejo
- Óscar Falcón
- José Cruzado
- Javier Valerio
- Alberto Ruiz
- José María Cañal
- Juan Braulio García
LAUDÓN
- Gonzalo Pasca (miembro fundador)
CONTRABAJO
- Alejandro Guijarro
BAJO
- Raúl Periáñez
PERCUSIÓN
- José María Sánchez
- Jesús Navarro
MIEMBROS HONORÍFICOS A TÍTULO PÓSTUMO
Máximo Ollado Lapeña (1958-2022)
Baltasar Quintero Almendro (1947-2022)
Francisco Romero de la Puerta (1951-2024)
Ex-componentes
- Antonio Cortés (miembro fundador, director y bandurria)
- Carlos Gamero (miembro fundador, guitarra)
- Raúl Giráldez (miembro fundador, bandurria y máquina de escribir)
- Javier Feijoo (bandurria)
- Jesús Perea (contrabajo)
- Juan Francisco Vázquez (guitarra)
- Juan Jesús Rodríguez (guitarra)
- Juan González (percusión)
- Alberto Real (bandurria y laudín)
- Manuel Sánchez (guitarra)
- Miguel Fernández (percusión)
- Luis Fernando Maroto (guitarra y saxo)
- Francisco Vega (guitarra)
- Enrique González (guitarra)
- Antonio Núñez (bandurria)
- Rafael Sosa (guitarra)
- Gonzalo Díaz (bandurria)
- Fernando Pina (laúd)
- Sara Rodríguez (bandurria)
- Francisco Rodríguez (bandurria)
- Marta Fernández (guitarra)
- Juan Carlos Roldán (guitarra)
- Javier Rodríguez (laúd)
- Antonio Palma (guitarra)